Me he atrevido a exponer estas breves líneas después de mucho tiempo sin hacer aparición internauta, llevado en su raíz por profundas decepciones vitales, algunas relacionadas con este mundo de bits, de ceros y unos, tras los cuales nos escondemos para clavar en las cruces del camino a unos y a otros, donde las lenguas se afilan bajo el pretexto de la argumentación, donde muchas veces no hay sino pataletas, caprichos de la mente y, en ocasiones, malentendidos que se quedan sin corregir. La vida misma. Este alejamiento me ha hecho más bien que mal.
El lunes 16 de marzo, en el Teatro Guiniguada de Las Palmas de Gran Canaria, o como a mí me gusta decir, en el cine-teatro Avellaneda, a las 19:15 h., se proyecta la película semi-documental /semi-ficción, o un extraño híbrido de título "Los sueños al viento". Y lo hará dentro de la sección canaria del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de G.C., el LPAFF, y será la primera obra de largometraje que abra la sección de LPAFilm Canarias 2015 . Así que los nervios están asegurados a este lado de la orilla, y más aún habiendo estado un par de años fuera de la línea de fuego directa.
Hace dos ediciones del LPAFF (el año en que no hubo sección oficial internacional), di la cara con un cortometraje propio (que ya está activado con el definitivo corte de montaje) y con otro corto en producción y asesoría pero, ni de lejos, sentí esta presión que siento ahora en el estómago. Y el pasado año estuve en la sombra con otro trabajo en producción y asesoría en la misma sección que este año, la de largos canarios, pero tampoco, a pesar de lo razonablemente implicado y emocionado que estaba con dicha obra, me sentí con esta palpitación y sudor frío en las manos. Que sea lo que las musas y genios quieran, caprichosos ellos como el que más.
Solo me queda agradecer profundamente a las personas que me han ayudado de una u otra manera en este proceso: Melchor López, Pedro García, Carlos Olalla, Daniel León, Noelia Sidi, Daniel Mendoza, M.V. Soto, Juan Carlos Padrón y Fátima Luzardo, el espíritu conejero (señor del viento) y, por supuesto, Pillipo, el personaje que sustenta esta obra.
¡¡Daviddd!!
ResponderEliminarEspero que Pillipo te de muchas alegrías. Desde luego, te lo has currado y eso merece una recompensa. Ojalá este proyecto te habrá muchas puertas y te permita seguir creando y desarrollando otros proyectos.
¡Nos vemos en el Festival!
Un abrazo,
Noe